martes, 11 de enero de 2022

Hola, este es mi primer y único triciclo que he tenido. Este año cumplo 50 años, así que imagínense la de historias y fotos en blanco y negro que hay de él.  
Solía salir a dar vueltas por la plaza con mis papás,  y luego fue convocado por la infancia de mis 4 hijos. Sus ruedas finitas han soportado los años y su forma de patito de plástico no lo ha vencido el tiempo ni las mudanzas.
Algo desteñido, oxidado, carcomido, aún lleva ese olorcito a infancia, a domingo, a plaza, a familia, a libertad
Infantil.

Siempre fue el vehículo veloz que prestaba su equilibrio a eso bípedos pequeños que querían alejarse a la velocidad de un rayo de sus padres,  haciendo grandes proezas en cada vuelta de pedal.

No tenía de dónde te empujarán así que la distancia que tomaras era directamente proporcional al esfuerzo de tus piernas haciendo fuerza sobre los pedales.

Reliquia de mi infancia y tesoro familiar.
 

1 comentarios:

  • Cristina V. says:
    12 de enero de 2022, 14:34

    Gracias, Sole, por compartir tu juguete y ampliar este banco de historias.
    Me encantó tu triciclo.
    Cariños
    Profe Cris

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